La formación de grupos como herramienta para el trabajo colaborativo con fines educativos

   
    Para lograr una eficiente formación de grupos de trabajo con fines educativos es conveniente hacerlo de la siguiente manera:

•    Es preferible que el docente procure formar los grupos, y no dejarlo en manos de los estudiantes, por cuanto generalmente elegirán personas con un mismo nivel en cuanto a habilidades o aspectos poco desarrollados, y esto implica que no siempre se obtenga un buen resultado.
•   Puede ocurrir que los alumnos busquen agruparse por su propia cuenta, con buenos resultados al tratarse de grupos con experiencia previa de aprendizaje colaborativo, habiendo alcanzado antes altos niveles de excelencia.
• Procurara la conformación de grupos heterogéneos constituye una fortaleza, porque el trabajo colaborativo se traduce en un conjunto de aportes provenientes de distintos enfoques y puntos de vista, derivados de las diferencias de género, edad, profesión, habilidades y experiencias de vida. La perspectiva de los grupos heterogéneos es más amplia y diversa y la experiencia aporta nuevas formas de analizar y de comprender las ideas.
• Con la finalidad de formar grupos heterogéneos es conveniente que el docente elabore un diagnóstico de tal manera que pueda captar las habilidades y destrezas de cada uno, en las áreas cognitiva, afectiva y actitudinal; puede tomar en cuenta su estilo de aprendizaje y tomar como indicador su promedio académico. Sin embargo, puede ser más importante determinar las habilidades y destrezas, ya que el promedio académico previo no garantiza necesariamente la ausencia o presencia de dichos talentos.
•  El docente procurará integrar a los estudiantes aislados a determinado grupo, porque demuestran la necesidad de apoyo y de aprendizaje en grupo.
• Un estudiante sin mucho interés en lo académico suele ocuparse más de las tareas cuando pertenece a un grupo colaborativo en el que sus compañeros se interesan por las tareas y por él.

     El aprendizaje colaborativo puede presentar además, diversas contingencias o eventualidades. Entre ellas la más significativa es que se genere en la responsabilidad dispersa una división injusta de esas responsabilidades. Cuando los integrantes de un grupo o el docente se percatan de que existen participantes que por una u otra razón no asumen responsabilidades con el mismo compromiso que otros compañeros, deben tomar medidas ya que esto produce el llamado “efecto polizón” donde una o dos personas solamente asumen toda la carga del grupo.

     Para evitar la dispersión de la responsabilidad individual, se debe recompensar a aquellos grupos de acuerdo a los resultados que en forma individual cada integrante ha logrado, de tal manera que todos se sientan motivados a que les conviene participar desde todo punto de vista.

     Este tipo de motivación impulsa al espíritu de trabajo en equipo, donde se busca la excelencia, logrando el desafío de ser siempre mejores cada vez.